CRIOTERAPIA
La aplicación de frío (normalmente en forma de hielo o "hielo químico") a los tejidos
corporales con el propósito de aliviar el dolor y reducir la hinchazón (vía vasodilatación).
El hielo debe aplicarse inmediatamente después de haber sufrido una lesión. Muchos
Jugadores también se ponen hielo en las articulaciones después de haber entrenado duro o
participado en una competición con el fin de acelerar la recuperación. El uso típico
incluye aplicaciones cada hora de 10 - 15 minutos de duración. El hielo es un excelente medio para la destrucción de tejidos a nivel celular provoca ruptura de la membrana celular, desnaturalización de las lipoproteínas y alteraciones metabólicas. A nivel vascular produce vasoconstricción seguida de vasodilatación, alteraciones endoteliales, aumento de la permeabilidad capilar y formación de trombos, isquemia y necrosis tisular.
Ventajas. Es un método muy económico, la técnica es sencilla, el equipo mínimo, con eficacia alta en lesiones superficiales y de pequeño tamaño, y las complicaciones son raras.
Inconvenientes. Escasa capacidad de congelación, incomodidad de transporte (evaporación rápida), aplicación lenta y poco útil para lesiones profundas, múltiples, irregulares o extensas.
TERAPIA DE CALOR
Las cataplasmas de calor o las duchas calientes son mejores cuando se siguen con hielo
porque el calor solo, produce hinchazón estática. Dejar una cataplasma caliente toda la
noche es el “peor tratamiento posible” crea edema estático. Nunca se debe usar el calor
antes de que hayan pasado de 48 a 72 horas de una lesión, y entonces solo durante 10 -
15 minutos unidos a un estiramiento activo de ese grupo muscular, seguidos de 10 a 15
minutos de hielo y estiramiento de la zona afectada. Las duchas calientes son muy
buenas durante la mañana y después de los entrenamientos para llevar agua hacia los
tejidos, pero el agua debe ir enfriándose poco a poco con el fin de disipar cualquier
inflamación causada por el calor.